sábado, 3 de septiembre de 2011

Los objetivos de Slow Food

Slow Food defiende la biodiversidad en la oferta alimentaria, impulsa la educación del gusto y pone en contacto a productores de alimentos de calidad y a coproductores a través de múltiples iniciativas.


Defensa de la biodiversidad
Slow Food considera que el placer que nos procuran bebidas y alimentos de excelencia ha de combinarse con los esfuerzos por salvar las innumerables variedades tradicionales de cereales, legumbres y frutas; las razas animales y productos alimentarios que corren riesgo de desaparición por la imposición de una alimentación sometida por la comodidad y las industrias del sector agrícola. Slow Food trata de proteger ese nuestro inestimable patrimonio gastronómico a través de los proyectos de Arca del Gusto y de Baluartes (puestos en marcha por la Fundación Slow Food para la Biodiversidad), y también de Terra Madre. Tiene un clara postura a favor de la ecología, combatiendo activamente a quienes destruyen el medioambiente. Considera que la producción de semillas transgénicas y el mal llamado bio combustible son un crimen contra la humanidad, proponiendo campañas a favor del etiquetado de productos que contengan OGM y posturas a favor de la libertad del uso de semillas, condenando empresas como Monsanto o similares.

Educación del gusto
El gusto es algo subjetivo. Pero se adquiere y es el resultado de una educación. La industria alimentaria, interesada en una estandarización de los sabores, lo sabe mejor que nadie. Contra este fenómeno, de fatales consecuencias sobre nuestras tierras y nuestras formas de vida, Slow Food ha puesto en marcha una serie de programas para todos: al reactivar y educar los sentidos, Slow Food nos permite redescubrir los placeres de la mesa y comprender cuán importante es la procedencia de esos alimentos, la forma de producción y quien los produce. Las actividades de los Convivia nos permiten a todos, socios o no, descubrir alimentos y productores, y los Laboratorios del Gusto nos ofrecen degustaciones dirigidas por expertos alimentarios. Iniciativas en los medios escolares, como son los huertos escolares de convivium, permiten a los más jóvenes beneficiarse de experiencias concretas en relación a lo que comen y lo que ellos mismos cultivan. En la Argentina trabajamos activamente con la Escuela Argentina de Educación del Gusto (EAG) realizando laboratorios, talleres y trabajo en escuelas, con docentes, padres, y chicos.

Slow Food es cofundador de la Universidad de Ciencias Gastronómicas, para ofrecer en sus cursos enseñanzas relacionadas con la cultura, la ciencia y la historia de la gastronomía. La UNISG (por sus siglas en italiano) es para Slow Food un medio suplementario de reunir la innovación y la investigación de los sectores universitarios y científicos, con los sabores tradicionales de las granjas y de los productores alimentarios, a fin de contribuir al nacimiento de una nueva generación de profesionales alimentarios por todo el mundo.

Poner en contacto a productores y coproductores
Slow Food organiza ferias, mercados y muestras de amplitud local e internacional, a fin de exponer productos de excelencia gastronómica y ofrecer a los consumidores responsables la oportunidad de contactar con los productores.
También apoya circuitos de distribución alternativos como los mercados de productores, proyectos agrícolas con el apoyo de la comunidad o asociaciones de compradores, que contribuyen a disminuir la distancia entre productores y coproductores.
En Argentina apoyamos las manifestaciones de mercados solidarios, como SABE LA TIERRA, el MERCADO BOMPLAND, EL GALPON.
Trabajamos activamente con las comunidades originarias (QOM - Toba, Mapuche, Guaraní, etc)
Organizamos cenas temátcas articulando la presencia de pequeños y medianos productores de alimentos en cartas y menues de restaurates de Buenos Aires.

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